La embajada de Libia en Madrid ha organizado una jornada
cultural ayer lunes 19 de febrero en la sede de la Casa Árabe en Madrid con el
fin de dar a conocer la cultura y la diversidad de que caracteriza al país
magrebí.
Música y vestimenta tradicionales se dieron cita en un día
que reunió tanto a los libios afincados en España como a sus amigos que
acudieron a conocer un poco más sobre ese gran y todavía para muchos
desconocido país norteafricano.
En la misma jornada cultural la exposición “Entre el dolor y
la belleza” dio a conocer las obras del reconocido artista libio Matug Aborawi
que dedica sus creaciones artísticas para retratar el dolor y la esperanza del
ser humano.
Al acto acudieron personalidades del mundo de la política,
la diplomacia, la cultura, la ciencias y las artes. Los asistentes han podido
conocer a primera mano y por primera vez la cultura de Libia.
http://www.correomadrid.com/2018/02/la-embajada-libia-madrid-la-casa-arabe-organizan-una-jornada-cultural-dar-conocer/
OBRA DE MATUG ABORAWI
LA OSCURIDAD QUIERE DOMINAR LA LUZ
Autor: Matug Aborawi. Título: Fuera de texto. Cuadernos para
la paz, de Libia a Granada. Lugar: Fundación Euroárabe de Granada. Fecha: Hasta
el 31 de enero.
Es una obra desgarrada, impresa con furia, rabia y desazón.
El artista libio Matug Aborawi relata el dolor de su pueblo, y de todos
aquellos que utilizan las costas de su país para llegar al sueño prometido.
Este pintor utiliza la grafía del color para expresar un
relato de intenso dramatismo visual, trasmitiendo toda la angustia y tensión
que anega su pensamiento. Manchas extensas de colores grávidos ocupan sus
lienzos, ordenadas como franjas, en las que siluetas borrosas desarrollan una
acción dinámica. Los trazos amplios van grabando sobre otros tonos la escena de
pesado impacto en la mirada. Ahí está el mérito de Matug Aborawi, en el
lenguaje plástico desenvuelto, directo, de flujo rápido hacia la desembocadura
de la conclusión de la imagen central planificada, centro del relato, en torno
a la cual gira la historia que da alma a cada cuadro.
Matug Aborawi denuncia el olvido y abandono de la situación
de su tierra, el sufrimiento de sus habitantes. Las piezas expuestas condensan
pasión intensa, en un cromatismo grávido, que gana efecto en la discontinuidad
de colores claros, produciendo una sensación de ruptura del conjunto,
desorganización, fricción y choque. Se rompe la armonía en pedazos de
tonalidades espesas y apagadas, la oscuridad quiere dominar la luz, pero ésta
se resiste, aún hay esperanza.
El trabajo plástico de Matug Aborawi posee fuerza, una
dicción fácil, energía plasmada, ingenio y habilidad plástica.
Publicado por FRANCISCO BAUTISTA TOLEDO