Alejandra Gómez y Matug Aborawi en la sede del Museo
Nacional de las culturas del Mundo. Febrero 2019
El Instituto Nacional
de Antropología e Historia, decidió en 1965, dedicar un museo al estudio,
conservación y difusión de los objetos culturales del pasado y presente de
otros pueblos. Es así como nace el Museo Nacional de las Culturas del Mundo,
que desde entonces no había tenido la
fortuna de exhibir la obra de un artista libio. Pero no hay plazo que no se
cumpla, y en 2019 la obra de Matug Aborawi cuelga en las paredes de este noble
espacio ubicado en el corazón de la Ciudad de México.
Esta exposición es un
encuentro ya esperado. Cuando el dominio colonial de España se extendió en lo
que se llamaron el "Nuevo Mundo", la Nueva España recibió habitantes
del Norte de África, que desde Al Ándalus, se embarcaron en la aventura americana.
Así, cinco siglos después, Matug Aborawi, llega dese Liba, pasando por Granada,
para encontrar en México los ecos de esa cultura árabe que también es parte de
nuestra historia.
Aquí se dan cita dos
culturas producto de ricos procesos de mestizaje. A grandes rasgos, la cultura
mexicana es el resultado del encuentro de los pueblos indígenas con los
conquistadores españoles, mientras que en Libia los pueblos imazighen, llamados
bereberes, se aglutinaron con los invasores musulmanes, en su mayoría árabes.
México y Libia
comparten además la extraordinaria herencia de un pasado remoto que nos lleva
al origen mismo de la cultura humana: el arte rupestres. Pinturas y petroglifos
que desde el período neolítico dan cuenta de la necesidad humana de expresare
en formas y colores.
En México el arte
rupestre está presente de Norte a Sur, desde Baja California hasta Oaxaca,
pasando por Querétaro y Guanajuato. Sólo en el Valle de San Francisco, en Baja
California Sur, se extienden cerca de 1150 abrigos rocosos que albergan las
pinturas más antiguas de América fechadas hacia el 7500 a.C. Mientras que en Liba, colindante con el
sitio argelino de Tassili n'Ajjer, se extiende el macizo rocoso de Tadrart
Acacus, que encierra miles de pinturas, las más antiguas se remontan al año
12,000 a.C. Junto con Tassili, Tadrat Acacus alberga 120 siglos de arte, ya que
las pinturas más recientes datan del siglo I d.C. Hablamos de dos de los sitios
rupestres más importantes del mundo, testigos de nuestro devenir por el
planeta. Entre sus elementos destacan representaciones de la domesticación de
grandes rebaños y de inventos como la rueda y los carros. Además dan cuenta de
especies que ahora serían imposibles de pensar en el Sahara, y que nos llevan a
una inminente reflexión sobre el cambio climático.
Matug Aborawi
encuentra en el complejo rupestre de Tassili n'Ajjer y Tadrart Acacus
inspiración continua. Emulando a estos primeros artistas, con un trazo fuerte y
deicidio, realiza obras de gran formato que dejan la roca para mostrarse en lienzos
sobre los muros del museo.
La obra de Matug nos
deja en claro que si bien la humanidad es diversa, comparte también formas de
expresión, contundentes y bellas, en las que somos capaces de reconocernos sea
cual sea nuestro lugar en el mundo.
Por otro lado,
"De Tassili a México" nos lleva a reflexionar sobre otro tema menos
agradable, la pérdida el patrimonio cultural. Según los reportes de la UNESCO,
Tadrart Acacus se encuentra en riesgo.
Desde 2011 ha sufrido de vandalismo y saqueo a raíz de una guerra
impuesta al pueblo libio desde la hegemonía internacional.
El Museo Nacional de
las Culturas del Mundo ha conformado sus colecciones arqueológicas y
etnográficas gracias a los intercambios y las donaciones resultado de las
relaciones de amistad con diferentes países. De esta manera generar conciencia
sobre el saqueo y destrucción de los sitios arqueológicos de Libia es parte de
nuestro misión.
Nuevamente nos
congratulamos de que Libia esté presente en México a través de la obra de un
artista que se nutre de su pasado arqueológico y lo reinterpreta en el presente
para perpetuar su memoria y su fuerza en el futuro.
Alejandra Gómez
Colorado
Ciudad de México,
febrero 2019
Antropóloga social,
investigadora del Instituto Nacional de Antropología Historia y curadora de las
colecciones de Oriente Medio del Museo Nacional de las Culturas del Mundo.